Dado que no se menciona la existencia de un campo o profesión no relacionado con la religión en las fuentes islámicas, los eruditos islámicos no tienen una definición específica de » hombres religiosos «. Sin embargo, los clérigos musulmanes generalmente tienen la tarea de concienciar a las personas sobre las verdades enseñadas en el Corán y la Sunnah del profeta Mahoma (La paz sea con él).
En la práctica del siglo XXI, los clérigos guían formal o informalmente a las personas en las mezquitas y casas de oración, informándoles sobre temas religiosos y morales y realizando el culto congregacional. El Corán decreta que el clérigos no sea el Señor (creador, maestro) y no debe actuar como si lo fuera.[1]
Todas las personas musulmanas deben conocer y vivir bien su religión. En este contexto, no se trata de una jerarquía entre los musulmanes con respecto a la religión.[2] Sin embargo, las personas que se comportan con sensibilidad en su vida religiosa son respetadas por el pueblo en cuanto al respeto por la religión en las sociedades musulmanas.
Los clérigos musulmanes no pueden expresar una opinión sobre si las personas irán al cielo o al infierno.[3] No pueden juzgarlas por los pecados que han cometido o por la justicia que han elegido. No son diferentes de otras personas en términos de ser un sirviente de Allah. Cada musulmán vive sintiendo la presencia de Allah en su vida a través de oraciones, arrepentimiento y dhikr. Por lo tanto, el clero no tiene diferencia ni privilegio de los musulmanes en este sentido. No se les otorga ningún privilegio. De hecho, según el Corán, uno de los deberes proféticos del profeta Mahoma (La paz sea con él) es eliminar a los intermediarios entre Allah y las personas.[4]
En el Islam, no es correcto la rendición incondicional a cualquier discurso o persona que no sea el Sagrado Corán y la Sunnah del Profeta Mahoma (La paz sea con él). Es necesario ignorar los discursos y comportamientos aconsejados que no pasan por el filtro mental. Todos enfrentarán las consecuencias de sus propias elecciones.
[1] Sura At-Tauba, verso 31.
[2] Sura de los Romanos, versos 31 y 32.
[3] Sura de la Vaca, verso 111.
[4] Sura del Discernimiento, verso 57; Sura «Se Han Expresado Con Claridad», 6.